jueves, 8 de junio de 2017

Así es el impresionante Stratolaunch, el avión más grande del mundo

El gigante, destinado a colocar satélites en el espacio en pleno vuelo, acaba de salir del hangar por primera vez para comenzar las pruebas de combustible

Un monstruo de dos cabezas absolutamente impresionante. Eso es lo que parecía el Stratolaunch, el avión más grande del mundo, cuando por fin, hace unos pocos días, salió del hangar donde ha sido construido en Mojave, California (EE.UU.). Por primera vez, la aeronave abandonaba las paredes y los andamios que han visto crecer su magnífica envergadura para comenzar las pruebas de combustible, entre otras. Compuesto por dos cabinas unidas por un ala de 117 metros, más que el largo promedio de un campo de fútbol FIFA, y con una longitud de 86 metros desde su doble morro delantero al extremo de las secciones de cola, lleva a bordo los motores de seis 747 y pesa unas 227 toneladas sin carga. Está destinado a lanzar satélites en pleno vuelo a distintas órbitas bajas de la Tierra y puede que un día también lleve seres humanos. Su primer ensayo espacial se realizará en 2019.
El Stratolaunch sale del hangar en Mojave, California


La empresa fabricante de este avión colosal pertenece al multimillonario y cofundador del gigante informático Microsoft, Paul Allen, dispuesto también a hacer carrera en el espacio. La compañía compró dos Boeing 747 usados a United Airlines y los reensambló en una sola unidad capaz de despegar con una carga de 590 toneladas. El Stratolaunch, apodado «Ruc», en honor al ave de la mitología persa tan grande que puede levantar un elefante con sus garras, tiene una intención eminentemente comercial. El objetivo es que el avión pueda colocar en órbita constelaciones de satélites diseñadas para proporcionar servicios globales de internet, imágenes, datos del clima, etc.
el Stratolaunch está diseñado para ser operado por una tripulación de tres personas: piloto, copiloto y el ingeniero de vuelo, con un asiento plegable en la cabina disponible para una cuarta persona. Eso sí, el despegue requiere de una larga pista. La compañía cree que su avión puede ahorrar costes a la hora de poner cargas en el espacio, ya que es más baratos que los cohetes reutilizables en prueba. Una vez cumplida la misión, el avión volvería a la Tierra en perfecto estado para realizar un nuevo trabajo sin un gran mantenimiento. Si tiene éxito, el Stratolaunch cumpliría el sueño de Paul Allen de «normalizar el acceso a la órbita baja de la Tierra».

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